EUROPA
PRESS
18 marzo
2018
La
alopecia areata, una pérdida de pelo que puede
afectar a todo el cuerpo
La imagen de una persona sin pelo, ni
siquiera en las cejas o en las pestañas, en los casos más graves de alopecia areata, puede llegar a ser impactante. Para quien lo está
padeciendo en última instancia puede llegar a mermar su calidad de vida. En
concreto, se trata de una reacción autoinmune del cuerpo que puede desencadenar
el estrés.
Así lo asegura a Infosalus el
miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) Sergio Vañó, quien dirige la Unidad de Tricología del Hospital
Ramón y Cajal de Madrid. Según precisa este experto, se trata de una alopecia
que afecta al 2% de la población y que puede aparecer tanto en niños como en
adultos.
"La clave es que en sus formas graves puede afectar en
gran medida a la calidad de vida de los pacientes porque se puede perder el
pelo de todo el cuerpo, y eso conlleva connotaciones devastadoras tanto
sociales como laborales", aprecia el experto.
Vañó aclara que su causa no es el
estrés, sino que se trata de una reacción inmunológica del propio cuerpo.
"El propio sistema defensivo del organismo reconoce al folículo piloso
como a un agente extraño y lo ataca, lo que produce que el pelo se caiga sin destruirlo
al 100%, por lo que con tratamiento adecuado puede volver a aparecer. La propia
inmunidad del cuerpo se confunde por diversos factores, como los genéticos o el
estrés, pero la causa es autoinmune, hace que ataque el pelo. Además, hay
épocas de la vida donde el sistema autoinmune está más activo, y el estrés
suele ser el desencadenante de los brotes", subraya el especialista.
El dermatólogo destaca que la alopecia areata
es reversible, si bien todo dependerá de la rapidez con la que se haya combatido
un 'ataque' de pérdida de pelo y de la extensión del mismo que se haya caído en
el paciente. "Por eso las formas más graves tienen una recuperación más
difícil. Es reversible aunque supone un reto terapéutico en aquellas zonas
donde se ha perdido mucho pelo", apostilla Vañó.
Asimismo, el dermatólogo reconoce que no se puede prevenir
de momento, ni tampoco ningún tratamiento curativo al 100% a día de hoy.
"Hay tratamientos que consiguen mejorarla pero no la curan para siempre.
Tampoco los hay para la prevención. Si aparece hay que tratarla, y si se trata
precozmente habrá un mejor resultado. No hay ninguna acción cotidiana ni
prevención que la prevenga tampoco", subraya el especialista de la AEDV.
Eso sí, detalla que existe una predisposición genética a
padecerla, lo que no significa que si tu padre o madre padecen de alopecia areata tú vayas a tenerla. "Las personas con
antecedentes familiares tienen mayores probabilidades de poder desarrollarla,
aunque este factor no implica que esa persona sí o sí vaya a tenerla, aunque sí
tendrá un riesgo mayor que otras personas que no presentan antecedentes
familiares en esta alopecia", agrega el experto del Hospital Ramón y Cajal
de Madrid.
Lo difícil es que
se mantenga el pelo
Sobre el tratamiento, Vañó reitera
que sí hay tratamiento efectivo, si bien éste no es curativo: "Va a
permitir recuperar el pelo pero lo difícil no es conseguir que aparezca el pelo
de nuevo sino que el paciente lo mantenga para siempre. Si vuelve a tener lugar
un brote de alopecia areata el pelo se volverá a
caer, por lo que habrá que determinar un tratamiento frente a las recaídas,
donde previsiblemente vuelva a recuperarse el pelo, aunque después en otro
brote vuelva a caerse.
No obstante, el dermatólogo y tricólogo subraya que hay
pacientes que sin tratamiento pueden recuperarse solas las zonas de pelo que se
han perdido, si bien sólo en las formas más leves de alopecia areata. Entre otros tratamientos, Vañó
apunta a los corticoides, a los fármacos inmunosupresores, a tratamientos
tópicos con cremas o líquidos, y a tratamientos con microinyecciones locales de
corticoides en consulta, entre otros.
"Todas estas terapias funcionan bien pero que hay que
adaptarlas muy bien a cada persona porque en general en la alopecia, pero en
concreto en la alopecia areata, son lentos y hacen
efecto generalmente a partir del mes y medio. Hay que ser paciente porque
cuesta que haga efecto el tratamiento en la alopecia", índice el
especialista en pérdida de pelo.
Aquí destaca que recientemente se ha desarrollado un nuevo
grupo de fármacos, a través de ensayos clínicos en Estados Unidos, los
conocidos como medicamentos 'antijack', que parecen
ser "muy efectivos y seguros" para la alopecia areata,
y que probablemente en un futuro permitirán tratamientos a medio y largo plazo
en las formas más graves de la enfermedad. "Es una novedad porque
llevábamos 20 años con las mismas terapias, y seguramente en un futuro se podrá
disponer de ellos para tratar a los pacientes con las formas más graves",
celebra Vañó.
La ayuda cosmética
y psicológica
En último lugar, el miembro de la AEDV resalta la
importancia del apoyo cosmético y psicológico para estas personas, con el
objetivo de que, desde el inicio de la pérdida de pelo, se vean mejor y no
pierdan ni la autoestima ni la confianza en sí mismos.
"Los tratamientos a veces tardan tiempo en hacer efecto
o, en cambio, en algunos expertos estos no hacen efecto. Por ello es muy
importante conocer las herramientas cosméticas que le permitirán mejorar su
imagen, tales como las prótesis capilares, los maquillajes para el cuero
cabelludo, las microfibras capilares de queratina, o para los que han perdido
las cejas el micropigmentárselas.
"Existe también un nuevo modelo de prótesis capilares,
con resultado cosmético muy bueno, lo que se conoce como 'sistemas capilares
fijos-FAS', son como si fueran unas pelucas último modelo, que se pegan a la
piel del paciente, y estos pueden ir al gimnasio o a la playa sin ningún
problema. Están compuestas de pelo natural, y dan un resultado muy bueno, por
lo que en aquellas épocas en las que el tratamiento no funciona, estas medidas
les ayudan a seguir su vida de forma normal", celebra Vañó.
A su juicio, en algunos pacientes será importante también
una ayuda psicológica, un soporte para sobrellevar bien la alopecia areata. "Muchas veces, al mejorar psicológicamente se
les ayuda a que la propia enfermedad mejore y a que el pelo pueda crecer",
avisa.